U$S 450 millones en marcha: reactivan Aña Cuá y reflotan la obra más demorada de Yacyretá

Se reanuda Aña Cuá: una ampliación con impacto regional y energético
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) relanzó la obra de ampliación Aña Cuá, paralizada desde diciembre de 2023, con una inversión estimada en US$ 450 millones. El proyecto apunta a sumar más de 270 MW de potencia limpia al sistema interconectado y planea poner en servicio la primera turbina en 2028, según la nueva planificación.
Historia y por qué importa
Aña Cuá formaba parte del diseño original de Yacyretá. Aunque los primeros estudios datan de los años 70 y el proyecto quedó sobre la mesa desde la inauguración de la central en 1994, nunca se concretó su ejecución completa. La reactivación, además de ampliar la capacidad de generación, tiene un fuerte componente social y económico para las zonas ribereñas del noreste argentino y el sur de Paraguay.
Características técnicas del proyecto
El plan prevé la instalación de tres turbinas Kaplan de eje vertical de 90,2 MW cada una, con un salto neto de 19,9 metros. En conjunto, el módulo aportará cerca de 2.000 GWh por año y elevará la potencia total de Yacyretá en aproximadamente un 10%.
Además del cuerpo de turbinas, Aña Cuá incluye un vertedero con capacidad máxima de evacuación de 40.000 m3/s, dotado de 16 compuertas radiales (15 m de ancho por 17,3 m de alto) para minimizar la afectación a la isla Yacyretá y garantizar caudales ecológicos necesarios para la fauna ictícola del brazo del Paraná.
Cronograma y financiamiento
Los equipos electromecánicos ya registran un avance significativo, lo que facilita acelerar etapas una vez retomados los trabajos. La EBY fijó la entrada en servicio de la primera turbina para 2028 y la habilitación progresiva del resto. El desembolso total proyectado ronda los US$ 450 millones; la EBY anticipa un ingreso adicional estimado en US$ 80 millones anuales para la entidad, con base en los valores de energía acordados entre Argentina y Paraguay.
Impacto laboral y económico
La reactivación generará una demanda inmediata de mano de obra: se esperan cerca de 1.000 puestos de trabajo directos distribuidos entre argentinos y paraguayos, además de un efecto multiplicador en la contratación de bienes y servicios locales. Ciudades cercanas como Ituzaingó (Argentina) y Ayolas (Paraguay) serán los principales polos urbanos que experimenten mayor dinamismo comercial y productivo.
Riesgos y desafíos
El proyecto había quedado paralizado por trámites técnicos y administrativos que obligaron a revisar el cronograma original. Las demoras históricas del proyecto, extendidas por décadas, ponen en evidencia la necesidad de coordinación binacional sostenida. Además, la ejecución requiere mantener controles ambientales y sociales, especialmente por la cercanía a áreas de pesca y comunidades ribereñas.
Contexto energético
Yacyretá, con sus 3.100 MW tras sucesivas modernizaciones, es un pilar de la matriz eléctrica de Argentina y Paraguay. La adición de Aña Cuá —unos 270 MW adicionales— contribuye a mejorar la firmeza del suministro, reducir la dependencia de fuentes térmicas en momentos de pico y aportar energía renovable en un momento de tensión por la demanda creciente y la necesidad de seguridad del sistema.
Reactivación como símbolo
Más allá del aporte energético, el relanzamiento tiene un valor simbólico: representa la recuperación de una obra largamente postergada y la posibilidad de reactivar cadenas productivas en una región fronteriza que sufrió pérdidas de empleo durante la paralización. Para la EBY, la concreción de Aña Cuá es una apuesta por sostener la capacidad instalada y aprovechar equipos con avance previo.
Qué falta por delante
Quedan por resolver detalles contractuales, logística de suministro y el calendario de obras civiles y electromecánicas. La EBY deberá, además, garantizar mecanismos de seguimiento ambiental y social para mitigar impactos en la fauna y en las comunidades ribereñas.
Fuentes: El Economista; Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
