Un castillo para formarse en BDSM y su primer visitante argentino

La Domaine Esemar: formación, privacidad y una clientela internacional
La Domaine Esemar es, según sus responsables, el único centro ubicado en el norte del estado de Nueva York que funciona con la estética y la oferta de un “castillo” para formación en prácticas BDSM. Allí se dictan talleres, se realizan estadías y se ofrecen sesiones guiadas para dominantes, sumisos y parejas, siempre bajo la regla básica del consentimiento informado y protocolos de seguridad.
Origen y actividades
El proyecto nació en 1993 a partir de la iniciativa de quienes hoy se presentan como Master R. y Lady Do. Comenzó siendo una propuesta modesta en una casa con una sola mazmorra y, tras dos años de demanda creciente, se mudó a una casa rural más amplia que adoptó el nombre La Domaine Esemar. El término «Esemar» remite a la transcripción fonética de s/m/r (s/m por la dinámica sadomasoquista y r por Master R.), y la elección deliberada de la forma femenina «La Domaine» apunta a reflejar una mezcla de géneros y estilos en su identidad.
El centro ofrece cursos técnicos y prácticos, desde manejo de látigo y bondage hasta talleres sobre consentimiento, seguridad y prácticas consensuadas. Según sus responsables, también organizan eventos complementarios —catas, cenas gourmet— que combinan formación y ocio para los asistentes.
Perfil de la clientela y cuidados de privacidad
La Domaine recibe público diverso: parejas, clientes individuales y profesionales del ámbito. A lo largo de más de treinta años, sus gestores aseguran haber recibido visitantes de muchas nacionalidades y oficios, y sostienen una política estricta de confidencialidad. Antes de acceder a los espacios realizan entrevistas exhaustivas —según el relato, desde 1996 se llevan registros por nombre de pila— y exigen normas claras de discreción: quien divulgue detalles de otros asistentes puede perder el acceso.
Los responsables destacan que la clientela hoy se compone mayoritariamente de parejas que buscan estadías formativas y asesoramiento, aunque también mantienen servicios para sesiones individuales y formaciones especializadas con instructores reconocidos en distintas disciplinas del BDSM.
El primer visitante internacional: un recuerdo del fundador
Master R. relató que el primer visitante internacional que llegó a La Domaine fue un argentino, a principios de 1994. Los registros formales aún no estaban consolidados en ese momento, por lo que el dato proviene de la memoria del responsable: describió al hombre como un cliente de unos 50 años, con recursos y buen gusto por el vino, que se alojó tres noches tras enterarse del lugar y contactarse por teléfono. El episodio quedó como anécdota de los primeros años del emprendimiento y subraya la atracción internacional que la oferta especializada generó desde sus comienzos.
Contexto: qué es el BDSM y por qué la formación importa
BDSM es una sigla que agrupa prácticas y dinámicas entre adultos: Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y Masoquismo. Su eje principal, independientemente de las prácticas concretas, es el consentimiento informado, la seguridad y la comunicación previa entre las partes. La formación formal en espacios como La Domaine Esemar busca enseñar técnicas que reduzcan riesgos físicos y psicológicos y fomentar prácticas responsables, especialmente en actividades que implican restricción, impacto o roles de poder.
Qué tener en cuenta para quienes exploran estas prácticas
- Consentimiento explícito: acuerdos claros antes de cada sesión, límites y señales seguras (palabras o gestos de corte).
- Seguridad física: conocimiento técnico para evitar lesiones en prácticas como bondage o uso de látigo.
- Privacidad y discreción: muchos espacios exigen normas estrictas para proteger la identidad de los asistentes.
- Formación: cursar talleres y aprender de profesionales ayuda a reducir riesgos y mejorar la experiencia.
Fuente: Clarín
