Un municipio bonaerense designó a una inteligencia artificial como funcionaria

Primer caso en Argentina: una IA con firma propia en la administración local
Un municipio bonaerense designó a una inteligencia artificial (IA) como funcionaria no humana y le otorgó una Dirección General con facultades para firmar resoluciones y gestionar expedientes, informó la cobertura del hecho. La medida generó debate sobre los alcances legales y administrativos de esa figura inédita en el país.
Qué informó la nota
Según la crónica, el chatbot pasará a integrar una estructura administrativa con capacidad para emitir firmas y manejar expedientes en el ámbito municipal. La información no especificó el nombre del municipio ni el detalle del software utilizado; tampoco consignó el respaldo normativo concreto que habilita la asignación de firma a un sistema no humano.
Qué significa que una IA tenga “firma propia”
En términos administrativos, la expresión “firma propia” aplicada a una IA suele implicar que documentos y resoluciones quedan registrados electrónicamente con una etiqueta que identifica al sistema como emisor. Eso plantea preguntas prácticas y legales: ¿quién asume la responsabilidad por decisiones automatizadas? ¿cómo se garantiza la trazabilidad y la auditabilidad de actos firmados por un algoritmo?
Marco legal y posibles dudas
En la Argentina, la normativa sobre actos administrativos y firmas electrónicas establece requisitos de identificación y trazabilidad. La designación de una IA como funcionaria no humana abre interrogantes sobre responsabilidad jurídica, estabilidad de la cadena de custodia de expedientes y cumplimiento de normas de transparencia. La nota consultada no ofreció información sobre cómo el municipio resolvió esos aspectos ni sobre si hubo asesoramiento legal previo.
Implicancias operativas
En la práctica, que un chatbot gestione expedientes podría acelerar trámites rutinarios, mejorar la atención al público y reducir tiempos administrativos si se aplican controles adecuados. Sin embargo, también exige controles de calidad, protocolos de supervisión humana y mecanismos para la revisión de decisiones automatizadas. Sin esos mecanismos, existe el riesgo de errores en firmas de actos administrativos o de vulneración de derechos de los administrados.
Experiencias comparadas y debate público
A nivel internacional, algunas administraciones experimentan con herramientas automatizadas para tareas administrativas y atención al público, pero la asignación de personería o de facultades decisorias a sistemas no humanos sigue siendo excepcional y genera debates sobre ética, responsabilidad y transparencia. En Argentina, la novedad del caso obliga a que otros municipios, provincias y la Nación reflexionen sobre límites y garantías antes de replicar medidas similares.
Qué falta saber
- El nombre del municipio y la ordenanza o acto administrativo que justificó la designación (la nota no lo detalla).
- El software o la plataforma utilizada y su proveedor.
- Los mecanismos de supervisión humana y/o auditoría de las decisiones de la IA.
- La respuesta de organismos de control, como la Oficina Anticorrupción o la fiscalía de turno, si existiera intervención.
Conclusión
La designación de una IA como funcionaria en un municipio bonaerense es un acontecimiento novedoso que exige aclaraciones técnicas y jurídicas antes de considerarlo un modelo replicable. Mientras tanto, la iniciativa pone sobre la mesa la necesidad de reglas claras para el uso de automatizaciones en la administración pública: transparencia, responsabilidad y control humano deberán ser requisitos no negociables.
Fuentes: Infobae
