Uruguay observa con cautela el acuerdo entre Argentina y Estados Unidos
Seguimiento político y dudas sobre el alcance
El acuerdo Argentina Estados Unidos firmado entre Javier Milei y Donald Trump es observado con atención desde Uruguay. El presidente Yamandú Orsi dijo que la firma podría generar algunas ventajas para Montevideo, pero pidió esperar a conocer el alcance concreto del pacto antes de sacar conclusiones.
Orsi planteó una expectativa prudente: la posibilidad de beneficios comerciales o logísticos para Uruguay, sin dejar de advertir que “nos pone en situación de estar atentos”, según la nota original. En el gobierno uruguayo hay posiciones distintas: algunos ministros y asesores se muestran menos optimistas y reclaman mayor información sobre los capítulos comerciales y financieros del acuerdo.
Qué se debate en Montevideo
En términos generales, la preocupación uruguaya se concentra en cómo un vínculo bilateral más estrecho entre Argentina y Estados Unidos puede afectar las cadenas de comercio regionales, las reglas de origen, y posibles cambios en aranceles o acuerdos complementarios. Además, las decisiones que tome Buenos Aires pueden incidir en la competitividad de productos uruguayos y en la dinámica de puertos y transporte en la región.
Un analista citado por la cobertura local valoró que el episodio reabre el debate sobre la flexibilización del Mercosur. El Mercosur —bloque regional que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— regula aranceles, políticas comerciales y mecanismos de defensa comercial. Cualquier cambio sustantivo en la política comercial argentina obliga a los socios a analizar su impacto y a discutir ajustes y negociaciones comunes.
Posibles efectos prácticos
Entre los puntos concretos que Uruguay y otros socios seguirán con atención están: condiciones de acceso a mercados externos para productos regionales, tratamiento de inversiones y servicios, y eventual correlación con el tipo de cambio y flujos financieros. En Montevideo insisten en que, hasta no ver el texto final y las medidas concretas, las consecuencias reales son difíciles de evaluar.
El seguimiento uruguayo combina cautela institucional y la expectativa de aprovechar oportunidades que puedan surgir. Al mismo tiempo, la diversidad de opiniones dentro del Ejecutivo y la comunidad empresarial obliga a mantener abiertas las consultas y a exigir definiciones claras a las autoridades argentinas sobre los términos concretos del acuerdo.
Fuente: Infobae
