Vaca Muerta marcó un récord de producción en noviembre pese a la desaceleración

Producción récord y señales de moderación
Vaca Muerta alcanzó en noviembre una producción récord de 575400 barriles por día, un dato que confirma la fortaleza de la formación no convencional aunque muestra una desaceleración respecto de meses previos. El crecimiento intermensual fue del 1,1% y, en términos interanuales, la mejora fue del 32,9%. Estos números llegan en un contexto de precios internacionales más bajos y mayor disciplina de capital por parte de las empresas operadoras.
Por qué sigue subiendo la producción
La continuidad del desarrollo en Vaca Muerta se explica por dos factores principales: la elevada productividad geológica de la formación y políticas públicas que habilitaron inversiones en no convencional a lo largo de los últimos años. A pesar de que el barril Brent se ubica en torno a los US$60, con el esquema actual de retenciones (~8% para crudo no convencional) las compañías reciben un precio neto cercano a US$55 por barril. Ese nivel se mantiene por encima del breakeven promedio estimado para los operadores en el core shale de Vaca Muerta, en torno a US$45, lo que mantiene justificable la actividad para los productores ya instalados.
Impacto de los precios y la disciplina de capital
La caída del precio del crudo —cercana al 18% en términos interanuales— modera la velocidad de expansión. Las compañías, además de enfrentar menores ingresos por precio, aplican mayor disciplina de capital: buscan reducir costos operativos (especialmente en perforación) y priorizan proyectos dentro de sus áreas core. Hoy un pozo en Vaca Muerta demanda alrededor de US$13 millones; varias empresas proyectan seguir bajando ese número hacia US$11 millones por pozo para mejorar márgenes.
Limitaciones para nuevos jugadores
El escenario es distinto para empresas que aún no operan en la formación. Entrar exige comprar áreas, realizar estudios geológicos y geofísicos, invertir en plantas de tratamiento e infraestructura y luego perforar. Esas inversiones iniciales requieren precios más altos para justificar el riesgo, por lo que la menor probabilidad de ingreso de nuevos operadores y ciertas limitaciones de evacuación de crudo pueden traducirse en una ralentización del ritmo de crecimiento —pero no en una reversión— de la tendencia productiva.
Producción por operador
Al desagregar la producción por operadora se observa que YPF explica la mayor parte del crecimiento. En noviembre extrajo 315900 barriles por día, con un avance del 3,6% respecto del mes anterior y del 36% en la comparación interanual, representando el 54,6% de la producción total de Vaca Muerta. Vista produjo como operadora 72200 barriles por día en noviembre (caída del 7,9% intermensual y estable en términos interanuales como operadora); sin embargo, su producción total subió por la adquisición del 50% de La Amarga Chica a Petronas, lo que elevó su producción consolidada a 114860 barriles por día. Pluspetrol, tras comprar las operaciones de ExxonMobil en Argentina, sumó 39200 barriles por día en las concesiones que opera, con un incremento interanual importante.
Fuente: El Economista, periodo: noviembre
Estrategias y objetivos de las principales compañías
YPF —controlada por el Estado— concentra buena parte del crecimiento y redirige su estrategia hacia el segmento no convencional. La empresa vendió recientemente el 50% de Profertil por aproximadamente US$635 millones y espera concretar a comienzos de 2026 la venta del 70% de Metrogas. Al mismo tiempo, sigue desprendiéndose de áreas maduras para focalizar inversiones en no convencional y se plantea un objetivo ambicioso: alcanzar alrededor de 820000 barriles por día hacia 2030. Conseguirlo exigiría sostener un crecimiento anual promedio cercano al 21% y niveles de inversión elevados y continuos.
Vista aspira a expandir su capacidad mediante adquisiciones y operación de áreas; su meta hacia 2030 es llegar a aproximadamente 175000 barriles por día como operadora, o 200000 barriles por día combinando petróleo y gas. Pluspetrol, con la compra de activos de ExxonMobil por US$1750 millones, también proyecta un fuerte crecimiento: la compañía busca alcanzar 160000 barriles por día en sus principales concesiones, lo que demandaría un ritmo de expansión significativo.
Perspectivas y riesgos
El panorama para los actores ya instalados en Vaca Muerta es razonablemente favorable mientras el precio neto al productor se mantenga por encima del breakeven. No obstante, persisten riesgos: fluctuaciones de los precios internacionales, restricciones de capacidad de evacuación (infraestructura de oleoductos y plantas de tratamiento) y la disponibilidad de financiamiento a tasas competitivas. Además, la menor entrada de nuevos operadores puede concentrar la producción en los jugadores actuales, con implicancias sobre competencia e inversiones futuras.
En síntesis, Vaca Muerta volvió a fijar un récord de producción en noviembre y sigue siendo un motor central para la oferta petrolera del país. La combinación entre productividad geológica y continuidad de inversiones sostiene la expansión, aunque el ritmo de crecimiento probablemente se modere hasta que mejores condiciones de precio o mayores avances en reducción de costos impulsen una nueva aceleración.
Fuentes: El Economista
